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El polvorín

Argentina - “La lucha contra la megaminería en Famatina ha despertado la conciencia de otras luchas”

17 Enero 2012 , Escrito por El polvorín Etiquetado en #Politica

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Argentina | 16 de enero de 2012

 

Desde Famatina, La Rioja. A 15 días de iniciado, el piquete que impide el acceso de la multinacional Osisko Mining Co. a la precordillera suma cada día más gente. Marcha entrevistó a Lidia, Romina, Claudio y María Pía: pobladores de las comunidades afectadas, asambleístas, comunicadores. Los militantes del Famatina.

Un campamento a la vera del camino alberga a centenares de pobladores, asambleistas y visitantes solidarios. Está organizada la cocina colectiva, la zona de carpas, las guardias de defensa, el sector de prensa, la radio: todo funciona con un aceitado sentido comunitario. Algunos, los más activos, suelen ser quienes integran las asambleas de resistencia a la megaminería en La Rioja desde hace años. Lidia “Iti” Martínez vive en Campana, al norte de Famatina; tiene un negocio, y ayer trajo a su hija de 12 años al campamento. “Ves hija, por esto dedicaba tanto tiempo fuera de casa todos estos años” pudo decirle, nos cuenta, con orgullo. María Pía Silva se fue de su Chilecito natal a estudiar a Córdoba, pero volvió, y ahora trabaja en Famatina. Al igual que Claudio Garrott, compañero de la asamblea. Romina Gómez integra el Frente Riojano de Organización Popular y la Red de Medios Alternativos: está atenta al funcionamiento de la radio que transmite desde el camino donde se centra, hoy, el nudo del conflicto. Marcha los reunió y se produjo el siguiente diálogo:

Macha: ¿Qué está en juego en esta disputa por el Cerro Famatina?

María Pía: Lo que está en juego ahora es parar este proceso de institucionalización de la megaminería en La Rioja. Esto de que todas las instituciones empiecen a funcionar en base a la megaminería se viene hablando hace tiempo. El proyecto de Famatina es el más resistido en la provincia. Si entran acá hay más de 60 proyectos que van a entrar en concesión por lo cual estamos hablando de convertir La Rioja en lo que es San Juan, lo que es Catamarca… Lo que sentimos que estamos poniendo en juego acá es parar con este intento de instalar a La Rioja como una provincia megaminera.

Lidia: Significa parar el atropello de muchos años en nuestros pueblos, significa poder decir “el pueblo está maduro, el pueblo ha crecido, podemos ya decidir sobre lo que queremos, sobre cómo queremos vivir, sobre cómo queremos seguir trabajando”. Tener la posibilidad de elegir poder vivir en la naturaleza. Porque para muchas personas nosotros vivimos atrasados en el tiempo, porque dicen que estamos en contra de la ciencia, de la tectonlogía, y no es así . Nosotros estamos eligiendo nuestra forma de vivir, respetando la naturaleza, dejándole este respeto a nuestros hijos, que puedan vivir de la misma forma, y el pueblo pueda decidir la forma de vivir.

Romina: Lo que está en juego es bajo qué proyecto económico y productivo queremos que funcionen nuestros pueblos. Y desde el lado nuestro, del pueblo, lo que está en juego son nuevas formas organizativas y de lucha frente a un aparato sumamente grande, que se pone todo en juego para ganar esta batalla.

Claudio: Se logró darle otra densidad a la discusión política, y a la forma de leer políticamente a nuestras vidas. Porque la megaminería pone de manifiesto un montón de prácticas, desde la política formal, que ahora se están viendo interpeladas. Creo que ahora está en disputa todo esto. No con la dimensión que quisiéramos, pero sí esto de poder sentir que tenemos derecho a la gobernabilidad de nuestros territorios. Hay muchos logros de trabajos de las asambleas, en toda la provincia, que han sido hasta el momento muy tensos, en aparatos legislativos que de alguna manera estaban copados por este mandato minero y que sin embargo no han podido legislar o hacer en función de lo que les estaban pidiendo. Y eso sin lograr una formalidad política, sin entrar en una construcción partidaria, sin prácticas de la vieja política. Creo que la misma práctica nuestra interpela a este orden político.

Marcha: El pueblo de Esquel logró un freno histórico a la megaminería al imponer un plesbicito; Gualeguaychú se involucró de lleno en una larga lucha contra las pasteras; ahora, Famatina. ¿Qué creen que cambia en las comunidades cuando se involucran por completo en luchas y asambleas donde sienten que se juega su futuro?

Romina: En la Rioja, como en muchas de las provincias del norte, está ese estigma de lugares pacíficos, que la gente no hace nada, y en realidad eso no es así. Acá con toda la experiencia que tuvimos, de montoneras, hay toda una historia que está acumulada. Por ahí resistimos mucho más, porque le damos la vuelta para sobrevivir, y le vamos buscando la alternativa, pero cuando hay algo que el pueblo le dice no, es no. Podemos, está la fuerza de lo nuestro, están las convicciones, la posibilidad de generar otras prácticas y otros tipos de política, esa experiencia de decir: no somos el pueblo postergado que nos hacen lo que quieren, tenemos fuerza, nos organizamos y peleamos. Estamos acá defendiendo lo que es nuestro.

Lidia: Esta lucha está dejando en nuestro pueblo el ejemplo, más que nada en nuestros niños. Nosotros tenemos mucho ejemplo en la vida diaria, de nuestros viejos, nuestros ancestros, de que es un pueblo muy luchador. Lamentablemente creo que el gobierno, de alguna forma, entre comillas, nos dice que somos sumisos. Pero no, ahora el pueblo, lo que generó esta lucha, que detrás de esta lucha ha despertado una conciencia de otras luchas, de ver la vida de otra forma, de ver y poder cambiar la historia de nuestros pueblos, mediante una lucha, mediante una organización, ya sea asambleas, cooperativas… Eso es lo que está dejando esta lucha: un pueblo organizado, un pueblo que sabe que con la organización, con la información, con la educación, puede revertir las cosas, puede revertir procesos que nos han venido achatando hace años.

María Pia: La resistencia a la megaminería ha generado una demostración de lo potencial, de todo lo que se puede hacer. Capaz que hay mucha gente que tiene la contradicción de que es superexplotada en su trabajo, o que históricamente sus padres han sido pobres, han sido cagados, y de repente agarra un cartel y aunque no esté en ninguna asamblea lo muestra donde supuestamente no lo puede mostrar, y eso que se ha reproducido en toda la provincia para mí es lo más interesante. Todo lo que queda ahora por construir, como decían las chicas, que es que detrás de cada lucha megaminera hay muchisimas otras luchas que nos afectan más en lo cotidiano y que pueden empezar a ser cuestionadas.

Marcha: ¿Cómo ven al movimiento socioambiental a nivel nacional?

Claudio: En realidad, más que socioambientales son luchas territoriales. Más allá de que hay muchas asambleas y organizaciones que se definen en base a lo socioambiental. Pero nosotros, por experiencia, por ir armándonos de un discurso de resistencia pero también, en esto de poder cuestionarle al gobierno, a las mineras, a quien sea, entendemos que lo socioambiental te circunscribe en un lugar donde ciertas prácticas pueden ser avasalladas si se quedan en lo ambiental: te cambian un número, te modifican una cifra… Ha pasado con Gualeguaychú, ha pasado con las Madres Jachalleras, que han venido durante muchos años denunciando la contaminación del agua, y un informe con una cifra, con un dato, totalmente mediatizado, les anula todo un trabajo… En cambio, cuando vos incorporás esto de lo territorial con todo lo identitario que tiene eso, con la cultura, la forma de vivir, no se pueden meter tan fácilmente. Y ahí sí podés establecer una trinchera de discurso y de resistencia mucho más fuerte, que no pueden entrar o cuestionar o dártelo vuelta. Más que un problema socioambiental, esto es una disputa territorial, son territorios en conflicto.

Lidia: Y también el común de la gente lo asimila mejor, porque ellos saben: esto es su territorio. Porque quizás si le vamos con una ley, con muchas otras cosas, quizás no lo van a poder entender o dimensionar de tal forma. En cambio vos le decís, mirá, te van a quitar esto, esto que vos tenés no lo vas a tener… Porque la tierra es nuestra, nosotros somos parte de la naturaleza. Entonces es más fácil llegar a la gente con este discurso, decir miren, nos va a pasar esto con nuestro territorio.

María Pía: A nivel nacional, lo que viene pasando es muy interesante, porque son luchas que en un inicio habían estado un poco aisladas, y son totalmente luchas asimétricas, en el sentido de que son vecinos, comunidades organizadas en contra de grandes emprendimientos, y en ese andar nos fuimos juntando. La UAC, Unión de Asambleas Ciudadanas, es uno de esos intentos de unir, de entender que es un modelo económico, es lo que decía la Romi. Esta interpelación a un modelo económico que ahora se hace más visible porque es mucho más grotesca esta profundización del modelo nacional, empieza a generar estas fisuras en muchos lugares. Cada uno tendrá sus problemáticas: el monocultivo, las pasteras, las represas… Entonces empiezan a cuestionar: pero a ver, ¿una represa que genere tanta energía para quién? ¿para nosotros o para quién? Entonces empiezan a circular estos análisis donde identificás un modelo, y la UAC en ese caso nos ha permitido, no sólo desde lo más humano juntarnos, unirnos, sino avanzar en la lectura de un modelo y poder tener este discurso más desde el territorio, que planteaba Claudio.

Romina: A nivel organizativo, nosotros como Frente Riojano de Organización Popular no participamos de la UAC, sí pudimos participar en Andalgalá, pero orgánicamente no participamos. La mirada que te puedo dar es más en general, que es una organización más dentro de este mapa en Argentina que tenemos de militancia y de organizaciones. El tema de la cooptación de las diferencias políticas, de construir un proyecto común, que pueda contener todas las necesidades, los proyectos particulares, es todo un desafío, y en ese marco tanto la UAC, como el FROP, somos parte de todo ese cúmulo de organizaciones. Lo positivo en esto es que estamos acá, y que la idea es seguir construyendo hacia delante. Sigue estando en perspectiva la construcción de un proyecto que sea popular, y que pueda abarcar muchos proyectos. Que contenga nuestras necesidades territoriales, culturales… Lo positivo es que seguimos caminando, nos sigue pareciendo bueno encontrarnos.

FOTOS: www.marcha.org.ar

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