Panamá: Indígenas pueden perder su lengua materna
Por Julio A. Carles
ALC, 29 de mayo, 2010.-
La posibilidad latente de que se pierda la lengua materna de los Ngäbe-Buglé, lo que ya ha ocurrido con otras poblaciones indígenas de Panamá y de otros países, preocupa a muchos miembros de esta etnia. Los indígenas Ngäbe-buglé están ubicados en la región fronteriza de Panamá y Costa Rica, región que abarca las provincias de Chiriquí, Veraguas y Bocas del Toro.
Adelaida Miranda, presidenta de la Asamblea de Lectura y Escritura Ngäbe, grupo que promueve la enseñanza de este idioma para su preservación, aseguró que existe una cifra considerable de niños y jóvenes que ya no hablan ni escriben en dicha lengua. Específicamente, dijo, que los que habitan las zonas bajas de la región comarcal.
Para frenar este riesgo, desde hace años, han promovido este programa a través de educadores que dominan su correcta escritura, lectura y pronunciación.
“Es alarmante lo que se está viviendo, ya que al perder el idioma, igual se perderá parte de lo que nos identifica como raza y cultura indígena, lo que sería lamentable”, acotó Miranda.
Adelaida cree que no debe usarse el idioma ngäbe-buglé como fuente de ingreso, tal como opina que lo hacen quienes trabajan con el Programa Bilingüe que promueve y supervisa el Ministerio de Educación (MEDUCA).
Si bien no critica el dicho programa, sostiene que ya es hora de calificarlo y ver cuál ha sido el verdadero impacto social que ha generado en la población nativa.
El resultado, a su juicio, no ha sido el mejor, ya que en localidades como Hato Caballero, Soloy, Quebrada de Guabo en la Oriental Provincia de Chiriquí y otras más, los niños, incluso muchos jóvenes, ya no hablan en ngäbe-buglé y menos saben escribirlo.
La Asamblea de Lectura y Escritura Ngäbe maneja cifras recopiladas en varias zonas de la comarca, donde se ha entrevistado a jóvenes y, principalmente, a niños, que revelan que el 80% de los 2 mil encuestados lo tienen en desuso, índice que sigue creciendo.
Manolo Bagama, coordinador de esta organización y cuyo padre hace 30 años inició la promoción de la lengua materna, dijo que están a la espera de que la Asamblea Nacional de Panamá lleve a segundo debate el proyecto de ley sobre educación bilingüe indígena, a fin de exponerle al pleno la necesidad de promover este sistema de lecto-escritura.
Aduce que no se oponen, íntegramente, al sistema que impulsa el MEDUCA, pero sí consideran que, una vez que su grupo exponga sus razones, podrán entonces sustentar que no es solo la defensa del idioma, sino de su cultura y sus tradiciones.
Rogelio Moreno, siendo cacique regional indígena de Nedrini, recordó que, durante un arresto que sufrió en el cuartel de la Policía Nacional en San Félix, se le prohibió tanto a él como a quienes le visitaban expresarse en su lengua materna, lo que estima un abuso contra su cultura.
Moreno defiende el derecho de su etnia a mantener el idioma materno como parte de su identidad por la privacidad que les ofrece cuando dialogan entre ellos, especialmente en presencia de latinos hispanohablantes.
Gertrudis Rodríguez, directora regional del MEDUCA en Chiriquí y de ascendencia indígena, está consciente de la importancia que tiene para cualquier etnia autóctona mantener su cultura, de la cual su lenguaje es la expresión más importante.
De la lecto-escritura bilingüe informó que 50 docentes desarrollan este programa en diversos sectores de la comarca. Este grupo pertenece a la primera fase de capacitación, la cual imparte sus enseñanzas a niños de primer y segundo grados.
En marzo se dio la segunda capacitación, egresando otros 50 educadores, quienes transmitirán sus conocimientos a estudiantes de tercer y cuarto grados.
“La idea es que ellos desarrollen su escolaridad hablando, totalmente, en ngäbe-buglé y español”, precisó.
El sistema pretende brindar las clases, de manera íntegra, en este idioma y traducirlo al español, a fin de que el aprendizaje de ambas lenguas sea paralelo.
No dejó de advertir que esta capacitación no solo se enfoca en los docentes ngäbe-buglé, ya que igual se proyecta a educadores latinos que muestren interés en aprender este idioma.
“Gracias al sistema bilingüe, dijo, se facilitará la comunicación entre alumno y educador en la fase inicial, lo que hará disminuir el índice de fracasos estudiantiles”.
Y no solo eso, anotó el temor o la inestabilidad emocional que enfrenta el niño que no sabe hablar el español, lo cual disminuye con este sistema.
Dado que los ngäbe-buglé constituyen el grupo indígena más numeroso de la nación, universidades y fundaciones internacionales le han prestado mucho interés.
Ya, en 1956, el pastor Ephraim Alphonse Reid publicó una Gramática Guaymí y un diccionario; luego, entre 1974 y 1975, el lingüista Michael Kopesec también realizó estudios sobre este idioma; en 1980 la Fundación Fe y Alegría editó también una Gramática Guaymí; y en el ‘87, bajo el patrocinio de la Asamblea Espiritual Baha’i de Panamá, se imprimió el Diccionario Guaymí, a cargo de E. Alphonse S.J.
Respecto a la fe Baha’i, es de reconocer que uno de sus principios es el de preservar la cultura y el idioma de las etnias del país en que laboran.
En Panamá han creado el Centro de Cultura Guaymí Ju Ngobere y mantienen en el aire, desde 1994, a Radio Baha’i que transmite, en español y ngäbe-bugle, con programas educativos y culturales.
La Subcomisión de Asuntos Indígenas de la Asamblea Nacional espera cerrar las consultas del proyecto de ley No. 55, sobre la educación bilingüe intercultural, con un gran encuentro de educadores indígenas en la región de Ño Kribo, comarca Ngäbe-Buglé, en la primera semana de junio.
Etnólogos difieren del origen de esta lengua de pronunciación nasal. Para algunos ella deriva de los chibchas, pero otros le encuentran raíces mayas.
En un artículo del educador y promotor social Pastor E. Durán, publicado en el diario El Siglo, el 1 de septiembre de 2005, señala que este idioma, el ngöbere, consta de ocho vocales: a, ä, e, i, o, ö, u, ü. Más adelante precisa que la ä, como en “tä” (otoe, huella), tiene un sonido entre la “a” y la “o” castellanas.
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Fuente: Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación (ALC)
Tomado de Servindi