Terco y firme ejemplo: Con Mario Teddy, ocupante de tierras en Bella Unión, Uruguay

3 Junio 2010 , Escrito por El polvorín Etiquetado en #Politica

Terco y firme ejemplo

Con Mario Teddy, ocupante de tierras en Bella Unión, Uruguay

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Tras cuatro años de ocupar un campo perteneciente al Estado uruguayo, los integrantes de la Colonia Mandiyú siguen enfrentando la indiferencia oficial y sin embargo reciben la solidaridad de sus pares, para quienes son ejemplo.

Las cuatro familias que hoy se encuentran al frente de este establecimiento lechero y ganadero malvivían antes en “changas”, trabajos temporales, en la cada vez más acotada zafra azucarera u hortícola de la ciudad de Bella Unión, al extremo norte de Uruguay.

El campo en que hoy viven y trabajan pertenece al Instituto Nacional de Colonización, una entidad creada a fines de la década del 40 con el objetivo de poblar la campaña y redistribuir la tierra entre las familias rurales y los asalariados. Sin embargo, el predio estaba asignado a un latifundista de la zona que, para colmo, no lo explotaba sino que lo subarrendaba a los varios cultivadores de arroz a gran escala que cruzan la frontera desde Brasil.

La familia Teddy y otros compañeros de ruta recorrieron un largo camino de solicitudes, mensajes y movilización hasta que en enero de 2006 decidieron dar cumplimiento a la consigna que grabara a fuego en esa zona Raúl Sendic Antonaccio de que “la tierra es para quien la trabaja”.

“Cada vez, en cualquier lugar del mundo, que alguien intenta ser un poco menos pobre se enfrenta a una cantidad de enemigos”, dice Mario Teddy al rememorar los cuatro años de ocupación.

El cambio de signo político en el gobierno uruguayo registrado en 2005 alimentó las expectativas de un cambio de rumbo en materia de distribución de la tierra, pero según Mario Teddy el desencanto no se hizo esperar.

“Estas 380 hectáreas estaban en manos de alguien que además de tener otras tierras ni siquiera las trabajaba y era deudor contumaz del sistema bancario” pese a lo cual las autoridades del Instituto rechazaron una y otra vez los pedidos de las familias sin tierra.

Mario reconoce en la maduración política de este colectivo la influencia de la experiencia del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) de Brasil, así como el apoyo recibido desde distintos núcleos sociales a su lucha por la tierra.

El carácter precario de la tenencia de la tierra para estos ocupantes ha significado un freno para la realización de mejoras productivas en el mismo, señala Teddy y denuncia una actitud que encierra algo de revanchismo desde el Instituto de Colonización.

Sobre las expectativas existentes ante la instalación de un nuevo gobierno, Teddy señala la experiencia brasileña: “gobiernos son gobiernos, si no hay productores chicos que presionen, los cambios no se van a dar”, concluye.

Tomado de Radio Mundo Real

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