Veronica Smink
BBC Mundo, Cono Sur
La libertad es como la mañana. Hay quienes esperan dormidos a que llegue, pero hay quienes desvelan y caminan la noche para alcanzarla. Subcomandante Marcos.
La máxima autoridad de justicia rechazó un pedido de la Orden de Abogados de Brasil (OAB) para que se revise la ley de Amnistía. La norma fue sancionada por el mismo Gobierno militar en 1979.
NOTA CON AUDIOS
La sanción de ley de perdón eliminó la posibilidad de enjuiciar a los responsables de la dictadura militar brasilera, que gobernaron entre 1964 y 1985.
Con 7 votos a favor y 2 en contra, el Supremo Tribunal Federal (STF) desestimó la presentación y argumentó la determinación al considerar que "Brasil hizo una opción a favor de la concordia nacional y debe ser respetada".
En tanto, el magistrado, Celso de Melo, justificó que "la amnistía fue un acto de amor, fundado en la convivencia pacífica de los ciudadanos".
Ayres Britto y Ricardo Lewandowski, integrantes de la STF votaron a favor de revisar la ley y adelantaron que recurrirán a tribunales internacionales para que la amnistía sea revisada.
Como resultado de la negativa a tratar el perdón, Amnistía Internacional condenó la decisión del Tribunal Superior y expresó que es "una afrenta a la memoria de miles que fueron asesinados, torturados y violados por el Estado".
En el mismo sentido la OAB calificó la decisión del Tribunal como "un retroceso en relación con la Constitución y las convenciones internacionales que indican que la tortura es un crimen de lesa humanidad que no prescribe".
El Estado brasilero reconoce 400 desaparecidos y muertos en manos de la dictadura, además de miles de torturados por el régimen de facto. (PÚLSAR)
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SAO PAULO, 30 (ANSA) - La decisión de la máxima corte de Brasil de mantener la Ley de Amnistía que impide juzgar a los torturadores de la dictadura militar (1964-1985) abrió grietas en el gobierno y duras críticas de los organismos de derechos humanos.
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El Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil, la máxima instancia judicial del país, rechazó este jueves revisar la Ley de Amnistía que evitó que se juzgara a los represores del último período militar (1964-85).
La mayoría de los jueces de la Corte votaron en contra del pedido de la Orden de Abogados de Brasil (OAB), que pretendía que se reinterpretara la Ley para poder juzgar a quienes cometieron torturas durante los años de represión.
La Ley de Amnistía, aprobada por el gobierno militar en 1979, permitió liberar a presos políticos y abrió la puerta al retorno de muchos exiliados. Pero también libró de juicio a muchos militares que nunca debieron responder ante la Justicia por sus abusos.
Lo importante no es sancionar a los militares, sino recuperar la historia de aquellos que fueron perseguidos
Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil
El miércoles, el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva se había pronunciado en contra de la derogación de la Ley.
El abogado general de la Unión, Luis Adams, quien habló ante el STF en representación del gobierno, consideró que le norma fue "un acto político de clemencia".
Por su parte, Lula, quien fue apresado durante el régimen militar, buscó mantenerse alejado de la polémica. El mandatario afirmó que lo importante "no es sancionar a los militares, sino recuperar la historia de aquellos que fueron perseguidos".
La postura oficial fue mantenida también por el juez Eros Grau, quien fue apresado y sufrió torturas en 1972 por pertenecer al Partido Comunista Brasileño.
Grau resaltó la importancia de la amnistía como marco político para la restitución de la democracia en el país.
En cambio, el representante de la OAB, Fabio Konder Comparado, consideró que era necesario revisar la Ley para "recomponer el Estado brasileño en la posición de dignidad en el concierto de las naciones y recuperar la honorabilidad de las Fuerzas Armadas".
Decenas de activistas por derechos humanos se reunieron en las puertas del Tribunal, para apoyar esta postura.
El juez que se expresó con más dureza a favor de la revisión de la Ley fue Carlos Ayres Britto, quien llamó a los torturadores "monstruos", "desnaturalizados" y "tarados".
Se estima que unas 400 personas fueron desaparecidas o muertas durante el régimen militar en Brasil.