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EL OLVIDADO CHE (Domingo 28-08-2011)
En Rebelión leemos el artículo "Del desarrollismo a la política económica del decrecimiento" de Jesse Chacón. Este artículo es buen augurio, la Revolución está reflexionando con seriedad, busca con rigor el camino. Veamos.
Dice Jesse: "La revolución Bolivariana comenzó desde el 2006 un intenso proceso político, económico y social para desestructurar las relaciones capitalistas y desanclarse del yugo global del capital en la construcción del rumbo nacional; sin embargo, no hemos advertido que el nudo central de la reproducción capitalista está en la filosofía del crecimiento y el desarrollo, los cuales seguimos reverenciando a diario. El eje de la reproducción capitalista está en el desarrollismo como carrera por hacer ilimitado el crecimiento y el consumo en un contexto ambiental y económico limitado".
El problema de la Revolución está claramente planteado: el contexto ambiental y económico limitado no permite el crecimiento ilimitado ¿Qué hacer? Chacón reflexiona y nos responde:
¿Cómo protegernos?, cómo mantener nuestra ruta ascendente en superar la pobreza y elevar la calidad de vida de nuestra gente?, estamos seguros que la respuesta no es la clásica fórmula neoliberal de reducir el gasto público y descargar sobre los hombros del pueblo la crisis creada por los capitalistas.
Nuestra alternativa está en configurar (…) un nuevo enfoque centrado no en el crecimiento, sino en el decrecimiento. El decrecimiento hace referencia a una perspectiva económica y ambiental que estima que la crisis climática y la crisis estructural del capitalismo sólo podrán ser superadas desde la izquierda si se abandona el modelo de desarrollo productivista, su culto al crecimiento por el crecimiento sin valorar los límites, así como la sobrevaloración del patrón energético y técnico-científico actual.
… significa comprender que nos aproximamos a un límite del tiempo histórico donde los elementos fundamentales para nuestra superviviencia y la reproducción como sociedad, son la energía, el alimento y el agua, y no las clásicas metas financieras e industriales.
…La construcción de una ruta de desarrollo endógeno, articulada con Latinoamérica y respetuosa del ambiente será nuestro antídoto, ante el inminente colapso del modelo financiero capitalista globalizado.
Así, Jesse vuela alto en sus reflexiones, apunta al problema central de la Revolución, no cae en el ripio político. Lo felicitamos, a la Revolución le llegó la hora del pensar profundo.
Ahora bien, Jesse aborda la crisis sólo desde el punto material, esa es una cara del debate necesario, importantísima, pero sólo una arista, y no la más importante.
Es necesario reflexionar la parte espiritual, la formación de una conciencia en la masa que la capacite para aceptar e impulsar los cambios materiales necesarios. Sin esa conciencia lo que pensemos para enfrentar la crisis será vano, no podremos ni siquiera ahorrar electricidad, ni dejar de derrochar gasolina.
Es allí donde son indispensables las enseñanzas del Che: el Hombre Nuevo, la primacía de los estímulos morales sobre los materiales, el Trabajo Voluntario, la Conciencia del Deber Social y, sobre todo, su ejemplo. Ahora más que nunca es necesario estudiar al Che.
¡Sin Chávez no hay Socialismo, sin Socialismo no hay Chávez!
Dice Jesse: "La revolución Bolivariana comenzó desde el 2006 un intenso proceso político, económico y social para desestructurar las relaciones capitalistas y desanclarse del yugo global del capital en la construcción del rumbo nacional; sin embargo, no hemos advertido que el nudo central de la reproducción capitalista está en la filosofía del crecimiento y el desarrollo, los cuales seguimos reverenciando a diario. El eje de la reproducción capitalista está en el desarrollismo como carrera por hacer ilimitado el crecimiento y el consumo en un contexto ambiental y económico limitado".
El problema de la Revolución está claramente planteado: el contexto ambiental y económico limitado no permite el crecimiento ilimitado ¿Qué hacer? Chacón reflexiona y nos responde:
¿Cómo protegernos?, cómo mantener nuestra ruta ascendente en superar la pobreza y elevar la calidad de vida de nuestra gente?, estamos seguros que la respuesta no es la clásica fórmula neoliberal de reducir el gasto público y descargar sobre los hombros del pueblo la crisis creada por los capitalistas.
Nuestra alternativa está en configurar (…) un nuevo enfoque centrado no en el crecimiento, sino en el decrecimiento. El decrecimiento hace referencia a una perspectiva económica y ambiental que estima que la crisis climática y la crisis estructural del capitalismo sólo podrán ser superadas desde la izquierda si se abandona el modelo de desarrollo productivista, su culto al crecimiento por el crecimiento sin valorar los límites, así como la sobrevaloración del patrón energético y técnico-científico actual.
… significa comprender que nos aproximamos a un límite del tiempo histórico donde los elementos fundamentales para nuestra superviviencia y la reproducción como sociedad, son la energía, el alimento y el agua, y no las clásicas metas financieras e industriales.
…La construcción de una ruta de desarrollo endógeno, articulada con Latinoamérica y respetuosa del ambiente será nuestro antídoto, ante el inminente colapso del modelo financiero capitalista globalizado.
Así, Jesse vuela alto en sus reflexiones, apunta al problema central de la Revolución, no cae en el ripio político. Lo felicitamos, a la Revolución le llegó la hora del pensar profundo.
Ahora bien, Jesse aborda la crisis sólo desde el punto material, esa es una cara del debate necesario, importantísima, pero sólo una arista, y no la más importante.
Es necesario reflexionar la parte espiritual, la formación de una conciencia en la masa que la capacite para aceptar e impulsar los cambios materiales necesarios. Sin esa conciencia lo que pensemos para enfrentar la crisis será vano, no podremos ni siquiera ahorrar electricidad, ni dejar de derrochar gasolina.
Es allí donde son indispensables las enseñanzas del Che: el Hombre Nuevo, la primacía de los estímulos morales sobre los materiales, el Trabajo Voluntario, la Conciencia del Deber Social y, sobre todo, su ejemplo. Ahora más que nunca es necesario estudiar al Che.
¡Sin Chávez no hay Socialismo, sin Socialismo no hay Chávez!
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