URUGUAY - Trabajadores de la caña de azúcar de Bella Unión acampan en Montevideo
27 de febrero de 2013
Desde el lunes 25 de febrero, familias trabajadoras rurales realizan un acampe frente al Palacio Legislativo uruguayo, en la capital del país, Montevideo.
La protesta es convocada por la Organización Sindical de Obreros Rurales (OSDOR)y la Unión de Trabajadores Azucareros de Artigas (UTAA), el sindicato de los "peludos" que militaron junto a Raúl Sendic, histórico líder tupamaro desde principios de los 60 hasta su fallecimiento, en 1989.
De acuerdo a un comunicado difundido hace algunas semanas por la UTAA, "el Sindicato se encuentra peleando y negociando futuras tierras para trabajadores asalariados nucleados en nuestra organización".
"Desde hace tiempo venimos teniendo reuniones con autoridades del Instituto Nacional de Colonización", señalaron en la oportunidad. "Hasta ahora hemos tenido poca respuesta a nuestras aspiraciones, es por esto que decidimos realizar movilizaciones con el objetivo de lograr nuestros pedazos de tierra". Algunos días después convocaron a la movilización, señalando sus demandas y consignas de lucha:
"1. Basta de extranjerización y concentración de la tierra; 2. Tierra, trabajo y dignidad; 3. Basta de salarios miserables para los trabajadores rurales; 4. Tierra para el que la trabaja; 5. Por la tierra y contra la pobreza; 6. Expropiar las tierras a las multinacionales; 7. En lucha por salarios con dignidad; 8. El Bebe Sendic vive en la lucha de los trabajadores".
En la mañana de ayer, segundo día de protesta, representantes de las organizaciones fueron entrevistados por el medio de comunicación alternativa Contrafuegos (ver video al pie de esta nota).
Las familias organizadas en la Comisión de Tierras de UTAA expresaron que el lunes sostuvieron una reunión con el presidente del Instituto Nacional de Colonización, Andrés Berterreche, quien se comprometió a adjudicar unas 500 hectáreas, que serían entregadas a fin de marzo a la UTAA. También señalaron que esas medidas no son suficientes. "Para nosotros es muy poco, porque somos más de 100 compañeros y necesitamos muchas más hectáreas", señaló una de las integrantes de la organización.
El acampe se da en un contexto de movilización de la sociedad uruguaya, tras el reciente fallo de la Suprema Corte de Justicia (SCJ) que declaró inconstitucionales los artículos 2 y 3 de la ley 18.831 -llamada ley interpretativa de la Caducidad- y ordenó por lo tanto el cierre definitivo de las investigaciones por violaciones a los derechos humanos cometidas durante la dictadura militar que gobernó el país entre 1973 y 1985. Por esta razón, el mismo día que se instaló el campamento por la tierra, miles de personas se reunieron en el centro de Montevideo a reclamar el fin de la impunidad.
Reactivación de las luchas rurales lleva ya siete años
La lucha de los cañeros de Bella Unión, en el departamento de Artigas, de ninguna manera es reciente. Además de las míticas luchas de los 60 y 70, durante los últimos años se ha vivido una reactivación de las movilizaciones, que permitió a muchas familias una mejora en sus coniciones de vida.
El 15 de enero de 2006, la UTAA, junto al Sindicato de Obreros de Calnu (Soca) y la Asociación de Pequeños Agricultores y Asalariados Rurales de Bella Unión (APAARBU), todas de Bella Unión, ocuparon 32 hectáreas improductivas del Instituto Nacional de Colonización (INC).
Luego de la ocupación, las familias trabajadoras lograron que el Estado, a través de la empresa Alcoholes del Uruguay Sociedad Anónima (ALUR S.A.) les arrendara 39 fracciones de 10 hectáreas cada una. Al año siguiente, las organizaciones también acordaron con el Instituto Nacional de Colonización que las 32 hectáreas ocupadas las laboraría una cooperativa de trabajo. En el predio se instalaló un Centro de Formación Popular, apoyado por la Universidad de la República del Uruguay.
Además, integrantes de la UTAA accedieron a otro campo de 170 hectáreas, y luego negociaron durante casi dos años el ingreso a 2.000 hectáreas que el INC adquirió para traspasar a los trabajadores. En este último predio, en 2010 se fundó la Colonia Raúl Sendic Antonaccio, en la que trabajan unas 50 familias que -de acuerdo a información difundida por el periódico La Diaria- durante las últimas tres zafras de caña obtuvieron los mejores índices productivos de la zona.
Entre enero y febrero de 2012, los trabajadores rurales ocuparon tierras y se movilizaron a Montevideo, luego de lo cual lograron que el INC adquiera otras 2.900 hectáreas para atender su reclamo.
Estas reacciones estatales ante la lucha popular no son, sin embargo, suficientes, en el marco de un modelo agropecuario orientado cada vez más al monocultivo de soja, que beneficia a grandes capitales.
Se calcula que en Uruguay hay unas 10 mil familias que requieren tierra para trabajar. Desde ayer, han vuelto nuevamente a las calles para hacer oir su voz.
Fuente: ALBA TV/fvp