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Venezuela ¿Una Dictadura Moderna?
A través del amigo Sergio Trabuco de Chile recibo esta noticia y la publico..., pero antes un comentario personal.
Como ya sabemos, las declaraciones de Rossi y Bitar forman parte de la campaña internacional de desprestigio contra el Gobierno del Presidente Chávez. Por otro lado, resulta muy preocupante que los compañeros chilenos tengan entre sus líderes a estos siniestros personajes. Ellos evidencian que la izquierda chilena está infiltrada por los amigos del imperialismo y, a la vez, nos dan indicios de cómo llega Piñera a la Presidencia en Chile. Me pregunto, ¿cuánto les paga el imperialismo por ocupar los puestos que tienen dentro de la política chilena?, ¿cuánto recibieron por estas declaraciones nada fortuitas? Mosca pues...!
Los dejo con el comunicado del Movimiento Chileno de Solidaridad con la República Bolivariana de Venezuela, a quien le doy las gracias por tan acetadas declaraciones
Con sorpresa e indignación en el Movimiento Chileno de Solidaridad con la República Bolivariana de Venezuela, hemos tomado conocimiento que el presidente del PS, Fulvio Rossi, y el ex ministro Sergio Bitar (PPD), han entregado su respaldo a una documento de la Internacional Socialista, en la cual se indica que el Gobierno de Venezuela constituye una “dictadura moderna” que “criminaliza” la disidencia, que emplea “temibles instrumentos de un mecanismo autoritario de nuevo tipo” y que atenta contra los derechos humanos. Más aún, Rossi declaró a “El Mercurio” que en Venezuela “se instaurado el temor y el totalitarismo”.
Al respecto, consideramos imprescindible puntualizar enfáticamente lo siguiente:
1. Nos parece extraordinariamente grave que Rossi y Bitar se hayan sumado a la política exterior estadounidense, orientada a hostigar en la escena internacional al Gobierno democrático y legítimo de la República Bolivariana de Venezuela. Sin duda alguna, esta postura pone en tela de juicio la consistencia de sus convicciones democráticas y “progresistas”.
2. Lo anterior resulta evidente, considerando que el Presidente Hugo Chávez fue electo en elecciones democráticas en diciembre de 1998, que luego de la entrada en vigencia de la nueva Constitución en julio de 2000 se sometió a nuevo comicios, que en agosto de 2004 venció en un referéndum revocatorio impuesto por los opositores, que las fuerzas bolivarianas se impusieron también en las elecciones regionales de octubre de ese año y en las parlamentarias de diciembre de 2005, que fue reelecto en las presidenciales de diciembre de 2006, que reconoció la derrota de su propuesta de reforma constitucional en el referéndum realizado en diciembre de 2007, que sus partidarios triunfaron nuevamente en las elecciones regionales de noviembre de 2008, que logró una nueva victoria electoral con su propuesta de reforma constitucional en el referéndum celebrado en febrero de 2009.
¿Qué clase de “dictadura moderna” es esta, que se ha sometido al veredicto de la soberanía popular en las urnas en más ocasiones que ningún otro Gobierno de América en el curso de los últimos doce años, en procesos electorales que han sido reconocidos en su legitimidad incluso por el Gobierno de Estados Unidos? ¿De qué “totalitarismo” estamos hablando, en circunstancias que el Gobierno del Presidente Chávez también fue capaz de reconocer la derrota electoral?
En rigor, en Venezuela existe un sistema político democrático, participativo y protagonico, incluso desde la perspectiva de la concepción clásica de la democracia representativa: alternancia en el gobierno expresada en elecciones periódicas basadas en el sufragio universal, división de poderes y Estado de Derecho, pluripartidismo y pluralismo ideológico, libertad de asociación, libertad de prensa y expresión.
3. Más importante que lo anterior: en la República Bolivariana de Venezuela se ha construido un sistema democrático más amplio y profundo. Esto, partiendo por el hecho básico de que su Constitución fue el resultado del proceso democrático de una Asamblea Nacional Constituyente: un hecho que ciertamente no ha ocurrido en Chile, en que aún pervive la Constitución impuesta por la dictadura en 1980.
El primer referéndum constituyente se desarrolló en abril de 1999, logrando la aprobación por el voto popular. El 20 de noviembre de ese mismo año, la Asamblea Nacional Constituyente terminó el proyecto de Constitución y el 15 de diciembre de 1999, el Gobierno del Presidente Hugo Chávez impulsó un segundo referéndum constitucional que resultó en la ratificación de la nueva Carta Fundamental.
Según indica la Constitución, “el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y de las entidades políticas que la componen es y será siempre democrático, participativo, electivo, descentralizado, alternativo, responsable, pluralista y de mandatos revocables”. Y detalla: “Son medios de participación y protagonismo del pueblo en ejercicio de su soberanía, en lo político: la elección de cargos públicos, el referendo, la consulta popular, la revocatoria del mandato, la iniciativa legislativa, constitucional y constituyente, el cabildo abierto y la asamblea de ciudadanos y ciudadanas cuyas decisiones serán de carácter vinculante, entre otros”.
¿Qué clase de “totalitarismo” es este, que contempla la revocatoria ciudadana de mandato, el referendo vinculante, la obligatoriedad de la consulta popular y la iniciativa popular de ley, los que ni siquiera son considerados en el sistema político chileno? ¿Qué clase de “dictadura moderna” es esta, en que los ciudadanos pueden revocar el mandato del propio Presidente de la República?
4. No podemos creer que los antecedentes expuestos sean desconocidos por los señores Rossi y Bitar. Es insuficiente explicar su conducta por mera ignorancia. Quizás una clave de su conducta es lo señalado por Sergio Bitar a “El Mercurio”: “Esta expresión ideológica que Chávez ha buscado plasmar a través de su régimen se aleja de la visión del progresismo moderno y de la socialdemocracia”.
El problema, entonces, no son los derechos humanos, sino que el proyecto social y político del Presidente Hugo Chávez no coincide con lo que Rossi y Bitar entienden por “progresismo moderno”. Por cierto, tienen el legítimo derecho democrático de discrepar ideológicamente del proyecto socialista venezolano. Pero lo que resulta condenable es que pretendan enmascarar sus prejuicios ideológicos con el discurso de la democracia y los derechos humanos.
Eso es lo que estuvo, también, en la base del repudiable respaldo de Gobierno de Ricardo Lagos al golpe de Estado en Venezuela, en 2002.
Esa inconsistencia política y ética sólo merece nuestro repudio más categórico.
5. En estas circunstancias, los abajo firmantes expresamos nuestra solidaridad con el Gobierno y el pueblo de Venezuela, y manifestamos nuestro compromiso de emprender todas las acciones necesarias para defender el proceso democrático que ese país hermano desarrolla para construir un país más democrático, fundado en la soberanía popular y la justicia social.
Hoy conmemoramos un nuevo natalicio del Presidente Salvador Allende, precursor del sueño de construir el socialismo en libertad y democracia. Pensamos que uno de los mejores homenajes a su memoria es ser coherentes con su pensamiento en el marco de las nuevas realidades que enfrentan los pueblos al sur del Río Bravo. Por eso también defendemos a Venezuela. No traicionaremos el legado político y ético de Salvador Allende.
Movimiento Chileno de Solidaridad con la República Bolivariana de Venezuela
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