CHAVEZ: “ESTÁN DEMOLIENDO A UN PAÍS DELANTE DEL MUNDO”
MENSAJE DE LA 36
CHAVEZ: “ESTÁN DEMOLIENDO A UN PAÍS DELANTE DEL MUNDO”
Tras reiterar que las potencias colonialistas lo que quieren es el petróleo y por ello “se fueron contra un país de cinco millones de habitantes”
“POR RAZONES HUMANITARIAS”
LA OTAN PONE A PRECIO LA CABEZA DE GADAFI
“Ofrecen más de un millón de euros por la captura del líder libio”
“Los mercenarios instan a “cazar” a Gadafi mientras los gadafistas bombardean el palacio”
“Los mercenarios piden al entorno de Gadafi que lo mate o lo capture y le ofrecen amnistía a quien lo asesine”
“Un empresario de Bengasí ofrece una recompensa de un millón de euros por Gadaffi”
“Las fuerzas leales a Gadafi han lanzado proyectiles de mortero sobre el complejo Bab el Aziziya”
“Gadafi ha dicho que abandonó su residencia por cuestiones tácticas y que está recorriendo la capital para ver en que estado a quedado”
“Su hija Aisha llama a los libios a unirse contra la OTAN y la injerencia extranjera”
LA OTAN LANZÓ 64 ATAQUES AÉREOS CONTRA RESIDENCIA DE GADAFI
“Todos los libios deben estar presentes en Trípoli, hombres jóvenes, hombres de las tribus y mujeres deben barrer Trípoli de los traidores”
Los “túneles de riego” podrían resultar dañados por los bombardeos de la OTAN, lo que se considera un posible “desastre humanitario”
“Combates en Trípoli tras la llamada de Gadafi a resistir en la capital”
“Intensos enfrentamientos que se extienden por toda la ciudad”
Los pitidos y el ruido del motor de los coches volvieron ayer, a las siete de la tarde, a Bengasi, el bastión de los mercenarios, para celebrar la supuesta caída de Ras Lanuf, el puerto petrolero del este de Libia retomado por enésima vez en lo que va de conflicto, pero sobre todo la toma del palacio de Bab al Azizia,el cuartel de Gadafi en Trípoli.
"Ha sido muy difícil", decía ayer Sadi, uno de los jóvenes que celebraba en la plaza central de Bengasi la caída del palacio. "Ha habido que superar tres barreras para acabar conquistando Bab al Azizia. Llevo todo el día hablando por teléfono con mis amigos en el frente y hace unos minutos me han dicho que todo se había acabado. ¡Solo falta Muamar!", gritaba.
Hasta Bengasi llegaron las imágenes de los rebeldes encaramados sobre la estatua del puño de oro que destroza un avión estadounidense y que preside el palacio desde los bombardeos ordenados por Ronald Reagan en 1986. Los rebeldes festejaron a cañonazos la caída de ese símbolo del régimen y esperaron con impaciencia la primera imagen del coronel muerto o arrestado. Esa imagen no llegó y los ciudadanos prolongaron su fiesta por las calles con derrapes y disparos de Kaláshnikov.
Pese a la euforia y la sensación de que todo ha terminado, las operaciones de la OTAN en Libia continuarán hasta que se establezca la seguridad en todo el país, según dijo ayer en la capital rebelde el ministro de Exteriores turco, Ahmet Davutoglu. El diplomático compareció en rueda prensa junto con Mustafa Abdel Yalil, presidente del Consejo Nacional de Transición (CNT), para afirmar también que todo el dinero que el régimen tiene depositado en bancos occidentales debe "descongelarse para que los libios cuenten con recursos financieros, especialmente antes de que acabe el Ramadán". El Grupo de Contacto sobre Libia, del que forman parte 10 países, se reunirá esta semana para estudiar el levantamiento de estas sanciones y fijar los pasos para la transición en el país una vez que el régimen haya sido disuelto.
El Consejo Nacional de Transición es ya para la mayoría del planeta el único interlocutor libio posible. A Estados Unidosy la mayoría de los miembros de la Unión Europea se le sumaron ayer Irak, Grecia, Nigeria, Marruecos y Bahréin. Estos dos últimos países han sufrido manifestaciones populares contrarias a sus Gobiernos para pedir más apertura y reformas democráticas. También la Autoridad Nacional Palestina y la Liga Árabe han mostrado su aceptación del Consejo Nacional de Transición impuesto por la OTAN. En total, son ya unas 40 las naciones que reconocen a los mercenarios de la CNT como representante legítimo del pueblo libio. China y Rusia se han encargado en los últimos meses de mantener contactos permanentes con sus portavoces, pero siguen considerando a los rebeldes una parte más con la que tratar.
De este a oeste, el país y toda su capacidad de producir combustible está en manos de la OTAN. Solo quedan algunos puntos aislados en el mapa y la zona de Sirte, leal todavía al gobierno de Gadafi. Según fuentes de inteligencia, las tropas de Gadafi tratan ahora de crear un pasillo que conecte Sirte con el suroeste del país hasta Argelia para transportar desde allí la gasolina con la que poder seguir luchando. "La situación es todavía caótica y es imposible determinar con seguridad lo que está ocurriendo en el terreno", destaca la misma fuente.
Los mercenarios aseguraron ayer haber tomado el puerto petrolero de Ras Lanuf, al oeste de Bengasi, obligando a la retirada de las tropas gadafistas, que eran el objetivo de la aviación de la OTAN.
"Hemos tomado Ras Lanuf. Ellos han huido hasta el Valle Rojo", declaró a la agencia Reuters un portavoz rebelde, que reiteró que también había caído en sus manos la refinería de Brega. Ras Lanuf alberga una de las terminales petroleras y de ahí salían 195.000 barriles de crudo al día antes del conflicto.
La aviación de la OTAN rastrea todo el país en busca de fuerzas gadafistas. Las Naciones Unidas convoca el viernes la primera cumbre sobre la nueva Libia.
"Trípoli ya no está bajo control de Gadafi", aunque permanecen activos algunos "focos de lucha", aseguró ayer el portavoz militar de la Operación Protector Unificado de la OTAN, el coronel canadiense Roland Lavoie. Aunque Lavoie declinó confirmar si la OTAN bombardeó el bastión de Gadafi en Trípoli, los testigos del ataque aseguran que los aviones de la Alianza atacaron con fiereza la fortaleza del dictador y sobrevolaron sin descanso la zona.
Lavoie añadió que la situación todavía era "peligrosa para los civiles", de modo que no quiso vaticinar cuándo terminarán las operaciones militares. Dijo además que la OTAN "apunta a los cuarteles generales", así que "si Gadafi está en uno de los lugares desde donde se controlan y organizan los ataques" de su Ejército, "es un objetivo legítimo y le atacaremos".
Lavoie tampoco quiso confirmarlo, pero los mercenarios también han asegurado que la aviación de la Alianza ha intensificado sus tareas de observación en busca de Gadafi o lo que quede de sus fuerzas. El diario The Daily Telegraph asegura que la Fuerza Aérea británica y aeronaves de otros países rastrean todo el país, sobre todo al sur, en el desierto, para localizar los vestigios del régimen.
Mientras la OTAN vislumbra el final de la operación militar, la diplomacia internacional empieza a prepararse para la próxima fase en Libia.
Ban Ki-moon, secretario general de Naciones Unidas, convocó ayer oficialmente a los líderes de la Unión Africana, Liga Árabe, Unión Europea y de la Organización para la Cooperación Islámica a una primera reunión el viernes en la sede del organismo en Nueva York.
El propósito del encuentro es "desarrollar vías en las que la comunidad internacional pueda trabajar junta en la fase posterior al conflicto" y garantizar que la transición se lleva delante de una manera "ordenada". Abdel-Elah al Khatid, su enviado especial para Libia, ya discute en Doha la próxima fase con los responsables del Consejo Nacional de Transición.
"Tenemos que estar listos para responder cuando las autoridades libias nos especifiquen las áreas en las que les gustaría tener nuestra asistencia", señala la ONU, donde admiten que este proceso no está exento de "riesgos". Por eso, explican, la esperanza que genera el cambio de régimen debe cimentarse con una buena planificación que garantice la unidad de acción.
La asistencia de la ONU se centraría en áreas como la seguridad, la recuperación económica, la preparación de elecciones o la redacción de la futura Constitución. Pero en estos casos, como condición previa, desde el organismo se deja claro que es vital que el conflicto cese y haya una fuerza que garantice el alto el fuego. Eso requeriría la autorización del Consejo de Seguridad.
En paralelo, el presidente estadounidense Barack Obama habló de la situación en Libia con su homólogo francés, Nicolas Sarkozy. Los dos mandatarios coincidieron en que Muamar el Gadafi y su entorno deben "aceptar" que su tiempo pasó y que deben ceder el poder "de una vez por todas". Pero también creen que el Consejo de Transición Nacional debe mostrar su "liderazgo".
Mientras tanto, el ministro alemán de Exteriores, el liberal Guido Westerwelle (FDP), propuso ayer en Berlín que el dinero confiscado de las cuentas europeas de la familia Gadafi pase a disposición de los mercenarios libios. Propone una nueva resolución de Naciones Unidas que lo regule. El jefe de la diplomacia alemana dijo que se trata de "evitar que el país se hunda en el caos". Alemania concederá un primer crédito de 100 millones de euros a los rebeldes libios.
Gaddafi podría estar utilizando una red de tuberías de suministro de agua para esconderse.
Tras la toma de su palacio de verano, los rebeldes ya pudieron comprobar su existencia.
Los periodistas también apuntaron a la posibilidad del uso de este entramado en mayo.
El que es el gran orgullo de ingeniería libio, podría convertirse ahora en un objetivo militar legítimo para la OTAN.
La busca y captura de Muamar Gadafi se ha convertido en una prioridad para los mercenarios tras conseguir controlar prácticamente el 80% de Trípoli, según el propio informe de los mercenarios de la CNT. La toma de su palacio presidencial en la capital, donde se creía que podía estar el líder libio, y sus posteriores declaraciones, que demostraban que el líder libio sigue dirigiendo y con vida, han generado un gran desconcierto sobre su paradero, llegando a aceptar la propia OTAN “no tener ni idea” sobre el lugar donde Gadafi sigue comandando a sus tropas. Sin embargo, varios indicios apuntan a que podría seguir en Libia, pero en una Libia a 182 metros de profundidad.
“El gran río hecho por el hombre” podría ser ahora su refugio, una obra faraónica de ingeniería diseñada por el propio coronel en 1984 para, suministrar de agua procedente de los acuíferos saharianos a las grandes ciudades como Trípoli o Bengasi. Este proyecto de 17.000 millones de euros pudiera no ser únicamente un simple sistema de trasvase, sino una auténtica fortaleza bajo tierra construida por Gadafi para garantizar su propia seguridad ante la creciente hostilidad de los países occidentales hacia su régimen.
El entramado consiste en 4.071 kilómetros de tuberías de hormigón, que llegan a alcanzar los cuatro metros de diámetro, un laberinto de túneles que podría estar sirviendo al coronel no solo para esconderse, sino para moverse a sus anchas por toda Libia.
En abril, tras la toma del palacio de verano del líder libio en Al Bayda, los rebeldes ya pudieron comprobar la existencia de este laberinto subterráneo. El dictador no solo contaba con varios túneles que permitían su huida ante un eventual ataque del recinto, sino que además poseía varios dormitorios y cuartos de baño.
El diario “The Guardian” hablaba ya por entonces de que funcionarios de inteligencia occidentales habían sugerido la posibilidad de que el régimen de Gadafi pudiese estar ocultando armas pesadas y carros de combate en esta red de túneles para evitar que objetivos estratégicos como estos pudiesen ser alcanzados por los bombardeos de la OTAN. Incluso estas mismas fuentes apuntaron a que en la guarida subterránea también habían sido hallados varios lingotes de oro.
Los periodistas también apuntaron a la posibilidad de existencia de este entramado en mayo, tras una rueda de prensa de Gaddafi, a la que acudió sin que nadie presenciara su entrada en el edificio. La prensa planteó tras aquel suceso que, al tratarse la conferencia en los bajos de un hotel, cabía la posibilidad de que el dictador pudiera haber accedido al recinto a través de algún tipo de galería bajo tierra.
El gobierno libio, en lo que podría ser una clara estrategia militar, advirtió ante los primeros ataques de la OTAN que los “túneles de riego” podrían resultar dañados por los bombardeos, lo que consideró un posible “desastre humanitario” para el país. Sin embargo, tras las informaciones que apuntaban a un segundo uso estratégico de estas tuberías, el que es el gran orgullo de ingeniería libio, podría convertirse ahora en un objetivo primordial en la búsqueda del coronel. Los servicios de inteligencia norteamericanos, además podrían contar con información de primera mano sobre la localización de estas tuberías, ya que fueron varias compañías europeas y surcoreanas las encargadas de llevar a cabo el proyecto.
Chávez considera un atropello de potencias imperiales lo que ocurre en Libia.
“Están demoliendo a un país delante del mundo”, dijo el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en referencia a Libia, tras reiterar que las potencias colonialistas lo que quieren es el petróleo y por ello “se fueron contra un país de cinco millones de habitantes”.
“Independientemente de la situación de Libia, nada justifica este atropello y es un atropello contra el mundo y una amenaza contra el mundo”, manifestó el mandatario.
Chávez realizó las declaraciones durante una breve rueda de prensa en el Palacio de Miraflores (casa de Gobierno) tras darle la despedida al ministro de Exteriores ruso, Sergey Lavrov.
El mandatario, quien revisó temas bilaterales con el Canciller de Rusia, sostuvo que la situación en la nación del norte de África es “muy lamentable, creo que han destrozado un país y siguen destrozándolo”.
El presidente subrayó que “el drama de Libia” no termina con la caída del líder libio, Muammar Al Gaddafi, “comienza nada más”.
Recordó que Venezuela cumplió en un principio “con el deber moral y político” de denunciar la arremetida contra Libia.