Húngaro espiaba en Bolivia para la CIA con fines de asesinar a Evo Morales
El militar húngaro Istvan Belovai, encargado de elaborar documentos para una célula terrorista neutralizada en Bolivia en 2009, daba información a la estadounidense Agencia Central de Inteligencia.
Según nuevos detalles de la investigación, ofrecidos hoy por el fiscal Marcelo Soza, a cargo del caso, la documentación era utilizada por el llamado Consejo Supremo que financiaba las acciones del grupo irregular abatido en un operativo en abril último.
El 16 de abril del 2009, la Unidad Táctica de Resolución de Crisis de la Policía boliviana irrumpió en el hotel Las Américas, en Santa Cruz, y sorprendió a un comando paramilitar.
En la operación perecieron los mercenarios europeos Eduardo Rózsa Flores (croata) -lider del grupo- (foto), Michael Dwyer (irlandés) y Árpád Magyarosi (rumano-húngaro)
Los extremistas tenían planes separatistas y preparaban un atentado para asesinar el presidente boliviano, Evo Morales; reseñó Prensa Latina. De acuerdo con los nuevos elementos de la pesquisa, Belovai era un agente que tenía el seudónimo de Escorpión-B.
Las habilidades que adquirió durante la Guerra Fría le permitieron ser un asesor de estrategia militar y se presume que entabló relación con Rózsa Flores por medio de actividades en Europa, específicamente en los Balcanes. La afinidad que llegaron a tener ambos permitió incluso que ofrezca apoyo satelital para acciones específicas y financiamiento para el grupo terrorista.
La investigación preliminar de sus nexos determinó, además, que estaba preparando un plan denominado TH (Tree house o casa del árbol). Los datos fueron obtenidos de la revisión de una de las computadoras portátiles de Rózsa Flores, que tenía la carpeta de archivos Bel - Norte con varios correos electrónicos que intercambió con el agente Belovai.
La pasada semana, la fiscalía boliviana imputó al acaudalado empresario de Santa Cruz, Branko Marinkovic, quien se fugó hacia Estados Unidos, por financiar a la banda de Rosza Flores. De acuerdo con esa institución, el también ex presidente del Comité Cívico pro Santa Cruz, integró el Consejo Supremo que organizó el separatismo en la nación suramericana. En la acusación también se relacionan otros nombres como los también prófugos Alejandro Melgar y Hugo Achá.
El fiscal boliviano, Marcelo Soza, reveló este jueves que el militar húngaro Istvan Belovai, era el encargado de elaborar documentos para una célula terrorista
El proceso de democratizació
(TELESUR) Se identificaron a más sospechosos en el peritaje que se realizó a discos, memorias electrónicas extraíbles, ordenadores, cámaras fotográficas y celulares incautados al grupo irregular quienes serán citados luego de las fiestas carnestolendas.
El fiscal boliviano, Marcelo Soza, reveló este jueves que el militar húngaro Istvan Belovai, encargado de elaborar documentos para una célula terrorista neutralizada en Bolivia en 2009, daba información a la estadounidense Agencia Central de Inteligencia (CIA).
La documentación era utilizada por el llamado Consejo Supremo que financiaba las acciones del grupo irregular abatido en un operativo en abril del 2009. Entre sus propósitos, esta banda pretendía la secesión de Bolivia a través de la violencia armada y muy puntualmente asesinar al presidente, Evo Morales, y al vicepresidente, Álvaro García Linera.
El fiscal Marcelo Soza adelantó además que citará a nuevos implicados con la organización criminal. "Serán al menos diez personas sospechosas de financiar al grupo que comandaba Eduardo Rózsa".
Los nuevos sospechosos acudirán a declarar a dependencias del Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF), siguiendo un cronograma, después de las fiestas de carnaval.
El Fiscal detalló que se logró identificar a estas personas luego del peritaje que se realizó a discos, memorias electrónicas extraíbles, ordenadores, cámaras fotográficas y teléfonos celulares incautados al grupo irregular.
De acuerdo con estos nuevos elementos, Belovai era un agente de la CIA conocido bajo el seudónimo de Escorpión-B. Las habilidades que adquirió durante la Guerra Fría le permitieron ser un asesor de estrategia militar y se presume que entabló relación con Rózsa Flores por medio de actividades en Europa, específicamente en los Balcanes.
La afinidad que llegaron a tener ambos permitió incluso que ofreciera apoyo satelital para acciones específicas y financiamiento para el grupo terrorista.
La investigación preliminar de sus nexos determinó, además, que estaba preparando un plan denominado TH (Tree house o Casa del árbol).
Los datos fueron obtenidos tras la revisión de una de las computadoras portátiles de Rózsa Flores, que contenía una carpeta de archivos llamada Bel - Norte, en la que se almacenaban varios correos electrónicos que intercambió con el agente Belovai.
Exactamente el 16 de abril del 2009, la Unidad Táctica de Resolución de Crisis de la Policía boliviana irrumpió en el hotel Las Américas, en Santa Cruz (este), y sorprendió a un comando paramilitar. En esa operación perecieron los mercenarios europeos Eduardo Rózsa Flores (croata) -lider del grupo-, Michael Dwyer (irlandés) y Árpád Magyarosi (rumano-húngaro)
También fueron detenidos Mario Francisco Tadic Astorga (boliviano con pasaporte croata) y Elod Tóásó (húngaro), quienes están en prisión preventiva en la ciudad de La Paz.
La pasada semana, la fiscalía boliviana imputó al acaudalado empresario de Santa Cruz, Branko Marinkovic, quien se fugó a Estados Unidos, por financiar a la banda de Rósza Flores.
De acuerdo con esa institución, el también ex presidente del Comité Cívico pro Santa Cruz, integró el Consejo Supremo que organizó el separatismo en la nación suramericana.
En la acusación también se relacionan otros nombres como los de los también prófugos Alejandro Melgar y Hugo Achá.