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El polvorín

Represas vs Peces: El bagre no es salmón y la escalera no es la solución.

31 Diciembre 2010 , Escrito por El polvorín Etiquetado en #Politica

 

Dispositivos para facilitar transposição de represas por peixes migratórios atuariam como armadilhas

 

Las empresas de energía hidroeléctrica prefieren construir la ineficaz escalera para peces, cumplir con los requisitos burocráticos, en vez de tratar de encontrar verdaderas soluciones para la realidad amazónica.

 

 

                                        

Dispositivos para facilitar la trasposición de las represas por los peces migratorios, actúan como trampas.

Por: Jean-Remy Guimarães Dave

Actualizado 14/12/2009

 
Escalera de peces en Bonneville Dam, EE.UU. (Foto: Bonneville Power Administration). 

       
 El tema de la columna del mes pasado fueron los grandes bagres migratorios, vilipendiados y execrados por algunos, por retrasar la concesión de licencias a las grandes represas en construcción en el río Madeira, Jirau y Santo Antonio.

Las grandes presas son barreras infranqueables para los peces migratorios, debido a la altura de los diques. En ausencia de presas, estas especies realizan viajes anuales de cientos o incluso miles de kilómetros río arriba, en busca de zonas adecuadas para el desove, que normalmente se encuentra en los afluentes de las cabeceras de los ríos. Los huevos y larvas hacen el viaje en sentido contrario, conducidos por la corriente, madurando en el tránsito de las aguas turbulentas.

 

La presencia de una presa es problemático tanto para el viaje de ida como de vuelta. Los adultos que viajan río arriba se agotan y se hieren en un inútil intento de salvar el vertedero (sangradouro) o – peor – al atravezar las turbinas. Las grandes presas son barreras infranqueables para los peces migratorios, nadar contra la corriente es su naturaleza, y así lo han hecho durante millones de años.

 

Con una presa, la zona de aguas abajo se convierte en una segura zona de pesca y depredación para aves pescadoras, peces carnívoros, delfines y caimanes, que se hartan de peces agotados, heridos y muy fácil de atrapar. Esto no es necesariamente benéfico para los depredadores, ya que a largo plazo pueden perder sus habilidades con esa “vida fácil”.

 

Y los huevos y las larvas que viajan río abajo? Si no mueren en el gran estanque de agua estancada y sin oxígeno llamado embalse o dique, se vuelven jugo al pasar por las cuchillas licuadoras de las turbinas.

 

Siempre se dice que hay una solución de ingeniería importada, sencilla, barata, que funciona bien: la escala de peces! Al igual que cualquier escalera, convierte un gran obstáculo intransitable, en un paso escalonado por peldaños salvables, se dice, si es adecuadamente diseñada. Se desarrolló en el hemisferio norte para facilitar el pasaje de las represas por el salmón.

Por lo tanto, parece una excelente idea, ¿no?.

 

 

 

 

                  

                  ESCADA DE PEIXES  Represa Paranapanema

 

Me encontré con otro biólogo, Michael Petrere Jr., del Departamento de Ecología de la Universidad Estadual Paulista (UNESP), un experto en peces y un gran estudioso de las presas tropicales – vea su extensa revisión sobre el tema “Peixes em grandes reservatórios tropicais na América do Sul” “Peces en grandes embalses tropicales en América Sur “, publicado en la revista Lakes & Reservoirs: Research and Management.

 

Michael piensa que las escaleras para peces NO FUNCIONAN CON LOS PECES TROPICALES. El plantó la semilla de la duda y me mostró la obra de Fernando M. Pelicice y Angelo A. Agustín, dos colegas del Núcleo de Pesquisas em Limnologia, Ictiologia e Aquicultura (Nupélia), vinculados a la Universidad Estatal de Maringá (UEM). El artículo en cuestión – “las instalaciones para el paso de los peces como trampas ecológicas de los grandes ríos neotropicales” – se publicó en 2008 en la revista Conservation Biology y divulgado en un informe de Claudio Angelo en Folha de S. Pablo del 10 de febrero del 2008.

 

En resumen, el estudio concluyó que las escalas de peces aumentan el riesgo de extinción y actúan como una “trampa ecológica” en la medida en que atraen a las escuelas (cardúmenes) a ambientes más pobres que afectan a su reproducción.

 

Los autores analizan los casos de las escaleras instaladas en la hidroeléctrica de Porto Primavera, en el río Paraná, y el complejo hidroeléctrico de Paranapanema. Llegaron a la conclusión de que los dispositivos de los dos ríos han causado impactos tan grandes a la fauna, que deben ser desactivadas. En el caso de las plantas hidroeléctricas en Canoas 1 y 2, en Paranapanema, las escaleras han causado un colapso en la pesca aguas abajo de los embalses.

En el primer año de funcionamiento de las escaleras, en 2001, dice Pelicice “, la cantidad de peces que subieron fue tremenda”. En el segundo año, sin embargo, el desove (la Miracema) entró en colapso, una señal inequívoca de que los peces que subian, después no descendían. Esto ocurriría porque los adultos que sobreviven el corredor polonés (la escala de peces) no encontraban lugares adecuados para el desove o el desarrollo de las crías (alevinos), ya que los ambientes aguas arriba de la presa son ecológicamente pobres.

 

Pero entonces ¿por qué los funcionarios del medio ambiente y los legisladores exigen la construcción de escaleras u otras soluciones con el mismo propósito, como elevadores de peces, esclusas o canales de desove?

Había falta de estudios sistemáticos sobre el tema en las cuencas hidrográficas tropicales que demuestren que lo que parecía ser una idea buena y virtuosa, en realidad no funciona. Pero ahora que hay estudios que indican la ineficacia de los dispositivos de pasaje, habrá que ver si las cosas cambian.


Los científicos no leen el diario oficial, los políticos y los legisladores no leen publicaciones científicas. Las empresas de energía hidroeléctrica, a su vez, prefieren construir la escalera, cumplir con los requisitos burocráticos, en vez de tratar de encontrar verdaderas soluciones. Estos requieren estudios ecológicos integrados y de gran escala – nuestras cuencas hidrográficas son grandes – por lo que consumen tiempo y dinero.

Y el bagre? Lástima, no tienen ninguna asociación o sindicato, no habla nuestro idioma, no manejar presupuestos multimillonarios y no financia campañas. Ni ecológicas, ni electorales.

 

Jean-Rémy Guimarães Dave
Instituto de Biofísica
Universidad Federal de Río de Janeiro
17/07/2009

 

 

 

                 

 

 

 

 

                                             

 

 

                                

 

                                     “peixe de piracema”, Blog do Programa Peixe Vivo, nós, da Cemig

 

 

                                                 

 

 

 

 

www.uheaimores.com.br/?x=estrutura 

Sistema de Transposição de Peixes – Escada para Peixes. Construída na ombreira esquerda do barramento principal no rio Doce.

 

 

 

 

Bagre não é salmão e escada não é solução

 

Dispositivos para facilitar transposição de represas por peixes migratórios atuariam como armadilhas

 

Por: Jean Remy Davée Guimarães

Publicado em 17/07/2009 | Atualizado em 14/12/2009

 

O mote da coluna do mês passado eram os grandes bagres migradores, execrados por alguns por atrasar o licenciamento das grandes hidrelétricas em construção nos rios Madeira, Jirau e Santo Antonio.

Grandes represas são obstáculos intransponíveis para peixes migradores devido à altura das barragens. Na ausência de barragens, essas espécies empreendem anualmente viagens de centenas ou mesmo milhares de quilômetros rio acima, em busca de áreas adequadas para a desova, normalmente situadas em afluentes nas cabeceiras dos rios: é a chamada piracema. Os ovos e larvas fazem a viagem em sentido contrário, levados pela correnteza, amadurecendo ao longo do caminho de água turbulenta.

 

A presença de uma barragem é problemática tanto para a viagem de ida como para a de volta. Os adultos viajando rio acima se exaurem e se ferem na tentativa inútil de transpor o sangradouro ou – pior – de atravessar as turbinas na contramão. Eles não falam nossa língua e, mesmo que falassem, tentar avisá-los seria tão inútil quanto avisar um inseto de que lâmpada incandescente não é sol. Afinal, voar em direção à luz é da natureza dos insetos, nadar rio acima é da natureza dos peixes migradores, e isso vem dando certo para eles há milhões de anos.

Com uma barragem, a área logo a jusante se torna um grande refeitório para predadores como aves aquáticas, peixes carnívoros, botos e jacarés, que se fartarão de peixes exaustos, feridos e muito fáceis de apanhar. Isso não é necessariamente um favor, já que, a longo prazo, compromete a manutenção de suas habilidades competitivas.

E os ovos e larvas viajando rio abaixo? Se não morrerem no grande lago de água parada e frequentemente sem oxigênio chamado de reservatório ou represa, vão virar suco ao passar pelo liquidificador das turbinas.

 

Seus problemas acabaram!
Mas que colunista pessimista este! Há uma solução de engenharia importada, simples, barata e que dá certo: a escada de peixes! Como toda escada, ela transforma um grande obstáculo – intransponível em um passo só – em uma série de pequenos degraus sucessivos e transponíveis.

 

É importada porque foi desenvolvida no hemisfério Norte para facilitar a transposição das represas por salmões, que são grandes migradores, mais carismáticos que os bagres: quem nunca viu um documentário ou um desenho animado representando ursos bonachões se banqueteando de salmão à margem de uma cachoeira?. Para essa finalidade, elas funcionam bastante bem.

 

Parece, portanto, uma excelente ideia, não é mesmo? Eu, biólogo, sempre estive convencido disso. Até semanas atrás, quando conheci um outro biólogo, Miguel Petrere Jr., do Departamento de Ecologia da Universidade Estadual Paulista (Unesp), especialista em peixes e grande estudioso de represas tropicais – veja sua extensa revisão sobre “Peixes em grandes reservatórios tropicais na América do Sul” publicada na revista Lakes & Reservoirs: Research and Management.

 

Miguel plantou a semente da dúvida e me indicou o trabalho de Fernando M. Pelicice e Ângelo A. Agostinho, dois colegas do Núcleo de Pesquisas em Limnologia, Ictiologia e Aquicultura (Nupélia), vinculado à Universidade Estadual de Maringá (UEM). O artigo em questão – “Instalações para a passagem de peixes como armadilhas ecológicas em grandes rios neotropicais” – foi publicado em 2008 na revista Conservation Biology e divulgado em reportagem de Claudio Angelo na Folha de S. Paulo de 10 de fevereiro daquele ano.

 

Resumidamente, o estudo conclui que as escadas para peixe aumentam os riscos de extinção e funcionam como uma “armadilha ecológica”, na medida em que atraem cardumes para ambientes mais pobres e prejudicam sua reprodução.

 

Os autores analisam casos de escadas instaladas na usina de Porto Primavera, no rio Paraná, e no complexo de hidrelétricas do rio Paranapanema. Eles concluíram que os dispositivos nos dois rios causaram impactos tão grandes à fauna que deveriam ser desativados. No caso das usinas de Canoas 1 e 2, no Paranapanema, as escadas causaram um colapso na pesca a jusante dos reservatórios.

 

No primeiro ano de operação das escadas, em 2001, conta Pelicice, “a quantidade de peixes que subiu foi enorme”. No segundo ano, no entanto, a piracema entrou em colapso, sinal de que os peixes que subiram não desceram depois. Isso ocorreria porque os adultos que sobrevivem ao corredor polonês da escada não encontram locais adequados para a desova ou o desenvolvimento dos alevinos, já que os ambientes a montante da barragem são ecologicamente mais pobres.

 

Papers ou diário oficial?
Mas então por que as autoridades ambientais e os legisladores exigem a construção das escadas ou outras soluções de mesma finalidade, como elevadores de peixes, eclusas ou canais de desova? Porque, na ausência de estudos sistemáticos sobre o tema em bacias hidrográficas tropicais, parecia ser uma boa e virtuosa ideia. Mas agora que há estudos indicando que não, a lei vai mudar, certo? Talvez, mais vai demorar um bocado.

Cientistas não leem o diário oficial, políticos e legisladores não leem papers . As empresas de hidreletricidade, por sua vez, preferem construir as escadas, cumprindo o requisito burocrático, a tentar elaborar planos de manejo adequado. Estes exigiriam estudos ecológicos integrados e em grande escala – pois nossas bacias hidrográficas são grandes –, portanto caros e demorados.

 

E os bagres? Coitados, não têm associação ou sindicato, não falam a nossa língua, não manejam orçamentos bilionários e não financiam campanhas. Nem ecológicas, nem eleitorais.


Jean Remy Davée Guimarães
Instituto de Biofísica Carlos Chagas Filho

Universidade Federal do Rio de Janeiro
17/07/2009

 

 

                                     Bagre não é salmão e escada não é solução
Escada para peixes na represa de Bonneville, nos Estados Unidos (foto: Bonneville Power Administration).
 
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Escribió para El Polvorin Blog Malcolm Allison
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